ZEM Wellness Clinic está ubicado en Altea, un lugar único frente al Mediterráneo, un pintoresco pueblo de casas blancas y calles empedradas coronado por la gran cúpula azul de su iglesia, que le ha dado el nombre de “la cúpula del Mediterráneo”.
Cuenta la leyenda que su denominación podría provenir del griego Althaia, que significa “Yo curo”, o bien de la palabra árabe andalusí “attalaye” (atalaya). Han sido muchas las culturas que han poblado este lugar a lo largo de sus siglos de historia.
Por Altea pasa, además, el meridano de Greenwich, que separa el mundo en dos hemisferios, por eso es un lugar donde el tiempo parece detenerse, para disfrutar de una paz inusual.
Un lugar elegido en el Mediterráneo
Por su emplazamiento único entre montañas y frente al mar Mediterráneo, han sido muchas las culturas que han elegido Altea para vivir. Existen vestigios de asentamientos en la época prehistórica, con el paso de fenicios, íberos, griegos y cartagineses.
Posteriormente, la ciudad fue conquistada por el reino musulmán en el año 711, formando parte de la Taifa de Denia. En el siglo XIII fue reconquistada y en 1279 recibió la carta poblacional de manos del rey Pedro III de Aragón.
Ya en época renacentista se convirtió en villa fortificada con la construcción de una gran muralla de la que aún quedan dos de sus puertas.
La Altea más actual y su conexión con el mar
Fruto de toda esa herencia histórica, hoy Altea es una ciudad cosmopolita y multicultural. En la Altea actual, el mar vuelve a retomar todo el protagonismo. Un pueblo que mira al mar Mediterráneo y crece frente a él y de su mano.
El visitante puede perderse entre sus singulares calles y deambular por el paseo marítimo, donde la brisa le envuelve; conocer su puerto pesquero y a los hombres que aún viven del mar; disfrutar del ocio en uno de sus tres puertos deportivos: Campomanes (Marina Greenwich), el Club Náutico de Altea, y Porto Senso. Conectar con la esencia mediterránea y dejarse embaucar por su singular encanto.
Ciudad del arte y la belleza
Por su singularidad, Altea ha sido también lugar de inspiración para todo tipo de artistas. Pintores, escritores o músicos han encontrado en sus calles un espacio único para la creación y el descanso, y eso se refleja en sus innumerables galerías de arte, exposiciones, y el gran auditorio del “Palau Altea”, que cuenta con una variada programación durante todo el año.
Además, es sede permanente de la Universidad Miguel Hernández de Elche para sus estudios artísticos. Desde la página de turismo del Ayuntamiento de Altea, se puede acceder a información detallada de la ciudad: lugares de interés, gastronomía, fiestas y tradiciones y actividades de todo tipo que ofrece este lugar único en Europa.